Hay días en los que te levantas y no encuentras sentido a nada. Te miras al espejo y no sabes cómo has llegado hasta ahí. Echas la vista atrás intentando buscar una respuesta, una salida... Hoy no la encuentro, hoy el espejo estaba tan sucio que ni siquiera podía ver mi rostro reflejado en él.
Miro a mi alrededor y sólo veo gente que oculta algo, gente hipócrita que se cambia de bando sólo por no aparentar su verdadera realidad: esa maldita soledad.
En este punto de mi vida ya no sé por qué la gente hace, dice y piensa de este modo. No sé por qué no buscan solución a sus problemas en lugar de redimirse ante ellos.
Y sí, ya lo sé. Ya sé que es más fácil rendirse que luchar, ya sé que es más sencillo ser hipócrita para no quedarse solo; mas no es mi forma de vida, no lo entiendo. Y es que este mundo funciona peor de lo que pensaba, se para por momentos y ahora, sólo quiero bajarme.
No entiendo cómo esa gente puede dormir por las noches... ¿No tenéis conciencia, verdad? Francamente, sólo puedo felicitaros. Enhorabuena, porque seguro que sois felices en esa mentira que vosotros mismos os habéis creado.
Os dejo que la disfrutéis así que, hasta que la realidad os despierte, dulces sueños.
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