Seguidores

miércoles, marzo 9

Llorar ante las puertas, y los puertos

Quise llamarte, pero me contuve, suelo hacerlo.
Iba por la A, la B, la C... Así hasta llegar a tu nombre.
Pero en ese momento decía bah, qué tontería.
¿Para qué, sentirme vulnerable?
O quizás un: Toc Toc y... me daba miedo tu respuesta.
Supongo que lo cogerías y hablaríamos de mil tonterías.. ¿Pero luego qué?
Eso fue lo que me detuvo. ¿Luego qué?..
Siempre viene un luego, y ahora mismo no quiero...
Entonces llegué a mi casa, volví a coger el móvil. Hice lo mismo otra vez.
Encendí la lámpara de lava y me puse esta canción que me recuerda a ti.
Decir lo que sientes nunca es sencillo, no es sencillo cuando tienes ideas arremolinadas en la cabeza, 
cuando no saben salir, o no quieren...
No sé... quizás hubiera sido mejor quedarme callado manejando el móvil para no cometer una tontería.
Para no llamarte o repetir el itinerario de la A, la B, la C, y así hasta llegar a tu nombre...

1 comentario: