El ectoplasma ha regresado, no se fue jamás, en tus sábanas vi su cara y otras muchas cosas más.
Qué misterio, llama a un médium hoy, lamo estigmas en tu piel con sabor a él.
Voy a entrar en fase paranoia si me insistes con él, de sus vicios y sus fobias lo sé todo, casi todo de él.
Y me convierto en un gusano miserable cuando me hablas de él. No odio a nadie que conozca pero en cambio quiero ahorcarlo al revés, ¿no lo ves?
Vives en su dictadura donde sólo manda él. Yo soy el extra de una escena que él no quiere hacer.
Me pone histérico, llama a un médico, yo nunca he estado en ese hotel, ¡deberías ir con él!
Voy a entrar en fase paranoia si me insistes con él, monotema recurrente, mi dentera, sarpullido, acidez.
Y se dilatan tus pupilas si te dicen que lo han visto pasear, y se humedecen tus ojitos cuando sueltan que iba con alguien más.
Valórame o fuera, ya basta de él, y es que en el fondo deseas volver con él.
Y digo, ¡no!, por mí no caerá ni una falsa lágrima por la piscina que aún llenas por él.